Cuando alguien molesta a los poderosos, estos procuran quitarlo de en medio. Jesús molestó, no se echó a correr y lo cazaron. Ocurre en todas partes. Jesús fue alcanzado por el mal hasta matarlo. Un comentario a los hechos precedentes a la proclamación del «mandato nuevo» (Jn 13) y un Vía Crucis que ha consolado a muchos. Es la parte del dolor. Pero también está la Resurrección, con su luz y su esplendor. El misterio del dolor es siempre, en el cristianismo, misterio de vida y plenitud cuando se lleva con amor. ¿Qué te pasó, Jesús? es semejante a las preguntas que muchos nos hacemos: ¿porqué me tiene que pasar a mí esto? Pero lo interesante no es hallar la respuesta al porqué sino cómo llevar lo que me pasa.