Byung-Chul Han, La salvación de lo bello, Herder

Lo pulido, lo liso, lo impecable, son la seña de identidad de nuestra época. Son lo que tienen en común las esculturas de Jeff Koons, los smartphones y la depilación. Estas cualidades ponen en evidencia el actual “exceso de positividad” del que habla Han en otros ensayos, pero que aquí enfoca y desarrolla en el campo del arte y de la estética.

¿Por qué hoy en día gusta tanto “lo pulido”? —se pregunta Han. Porque no daña, no ofrece resistencia. Lo bello digital constituye un espacio pulido y liso de lo igual, un espacio que no tolera ninguna extrañeza, ninguna alteridad, ninguna negatividad.

Lo bello natural se ha atrofiado en lo liso y pulido de lo bello digital. Hoy nos hallamos en una crisis de lo bello en tanto que se lo satina, convirtiéndolo en objeto del «me gusta», en algo arbitrario y placentero, que se mide por su inmediatez y su valor de uso y de consumo.

Pero sin la negatividad del quiebre de lo otro, queda obturado el acceso a lo bello natural y anulada la distancia contemplativa. La belleza es rezagada. No es un brillo momentáneo, sino que alumbra en silencio, y a través de rodeos. A la belleza no se la encuentra en un contacto inmediato. Más bien acontece como reencuentro y reconocimiento.

https://www.herdereditorial.com/la-salvacion-de-lo-bello_1

Índice
Lo pulido
El cuerpo terso
Estética de lo pulido y lo terso
Lo bello digital
Estética de la vulneración
Estética del desastre
El ideal de lo bello
Belleza como verdad
Política de lo bello
El teatro pornográfico
Demorarse en lo bello
Belleza como reminiscencia
Engendrar en lo bello

Así es como hoy estamos demasiado muertos para vivir y demasiados vivos para morir.

La salvación de lo bello es la salvación de lo distinto. El arte salva lo distinto «resistiéndose a fijarlo a su estar presente»

La experiencia clave de Marcel Proust es la experiencia de la duración, desencadenada por el sabor de la magdalena mojada en al tila. Es el acontecimiento de un recuerdo.

La belleza es el acontecimiento de una relación.

Al contemplar lo bello, el Eros despierta en el alma una fuerza engendradora. Por eso llama «engendrar en lo bello» tokos en kalo

La salvación de lo bello es la salvación de lo vinculante

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