F. Borghi, la religiosidad de la cultura postmoderna, edit. Educc

Una investigación sobre la religiosidad en la cultura postmoderna, ya circunscribe en el marco donde se moverá nuestra mirada: hablar de postmodernidad remite temáticamente hacia la modernidad, y ella a su vez nos sitúa en el contexto del desarrollo cultural de Occidente.
El dato no es menor en tanto que la religión fue para la modernidad madurada en la Ilustración europea del siglo XVII uno de los principales ámbitos a escrutar y depurar por el efecto del recto uso de La Razón. Así, no pocos fueron los pronósticos modernos que auguraron la progresiva y definitiva abolición de lo religioso por el Imperio de lo racional. Sin embargo, entrados en el siglo XXI, tanto la virulencia de los fundamentalismos como la prepotencia de los neoconservadurismos, junto a la nebulosa neomística de consumo religioso laxo y difuso, parecen evidenciar un escenario distinto.
En ese sentido, desde varios años anteriores al paradigma 11/9, diversos autores de la talla de J. Habermas, P. Berger, E. Trías, G. Vattimo, Z. Bauman, por apenas mencionar algunos, atendieron la relevante presencia y configuración de la religión en el mundo de la tardo modernidad. Como los sostendrá el sociólogo y teólogo español José María Mardones: ello da cuenta de los síntomas de un retorno, no apenas de un retorno del interés de la filosofía o la sociología por la religión, sino más bien, síntomas de lo que se perfila como un giro cultural, cuya consideración resulta ineludible para los tiempos que corren.

Deja un comentario