En los primeros siglos de la Iglesia el evangelio según S. Mateo ha sido el más leído y el más comentado. Orígenes, Hilario de Poitiers, Juan Crisóstomo y Jerónimo le consagraron comentarios importantes. En consecuencia, muchas páginas de este evangelio se han grabado de manera indeleble en la memoria cristiana. Hay pasajes como la huida de la Sagrada familia a Egipto y la masacre de los inocentes que solo figuran en este evangelio, y el Padrenuestro, tal como lo ha transmitido Mateo, se ha convertido en la oración cristiana por excelencia.
El evangelio según S. Mateo es fundamentalmente una narración. El evangelista quiere narrar una historia, la historia de Jesús, el Mesías de Israel y el Hijo de Dios. Es la trayectoria terrena del Señor crucificado y elevado a la gloria del Padre, que ha recibido todo poder en el cielo y en la tierra y que estará con los suyos hasta el fin de los tiempos (Mt 28,18-20). Se trata de volver al pasado para comprender el presente y abrirse al futuro.
